Resumen: | Desde la década pasada, en la Argentina se mantienen niveles de empleo no registrado que afectan prácticamente a 4 de cada 10 trabajadores, los que poseen salarios medios hasta un 40porciento inferiores a los de sus pares registrados. Esta situación configura una economía informal de carácter estructural, donde la precarización del trabajo se presenta como una condición sistémica en el mercado de trabajo de nuestro país. Asimismo, la precariedad no se distribuye uniformemente a través de los distintos tamaños del capital. La literatura económica ortodoxa sobre el tema, corroborado en la evidencia empírica, sostiene que las pequeñas empresas presentan mayores niveles de informalidad, debido a su menor visibilidad, su mayor flexibilidad y mejores oportunidades de eludir los controles estatales. Mientras que las grandes empresas son más vulnerables a las regulaciones estatales y es menos probable que se aboquen directamente a actividades informales. Sin embargo, ¿son las pequeñas empresas las que retienen los mayores márgenes de ganancia producto de la precarización de los trabajadores o éstos son transferidos al gran capital? Una aproximación a la pregunta que guía el presente trabajo implica debatir sobre el carácter funcional de la precarización laboral, resaltando los vínculos intrasectoriales. Para esto, se incorporará al análisis la noción de Bloques Sectoriales de Leontief, y su aplicación a los cuadros de relaciones intersectoriales de Argentina seguida en los trabajos de Lifschitz (1992, 2004). La utilización de cuadros de Insumo Producto tiene la peculiaridad de incluir las porciones de producto utilizadas como insumos por las distintas industrias y, por lo tanto, permiten observar la estructura de las relaciones interindustriales de producción. Para la aplicación empírica se utilizaran los Bloques Sectoriales que surgen del análisis de la matriz de Insumo-Producto Argentina del año 1997 (MIPAr97 - INDEC).
|