Resumen: | La pandemia del Covid-19 significó una ruptura y rearticulación profunda de nuestros modos de vida, nuestros marcos interpretativos y nuestra mirada sobre el vínculo sociedad-naturaleza. Algunos autores caracterizaron a este suceso como un "hecho social total" (Ribeiro, 2020; Ramonet, 2020), buscando mostrar hasta dónde nuestra matriz de relaciones se vio conmovida y trastocada. En este escenario, una de las áreas que tuvo un mayor impacto (tanto cuantitativamente como cualitativamente) fue la educativa. Los cierres masivos de establecimientos escolares afecto, según Cepal (2020), a 1.200 millones de estudiantes alrededor del planeta. Por otro lado, hizo imposible de evadir las desigualdades sociales, que en este contexto se vieron profundizadas en un conjunto diverso de planos, debido a que lo educativo no es una esfera autónoma, independiente de condicionantes y procesos económicos, políticos, culturales.
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