Resumen: | Una postal habitual en las escuelas secundarias es encontrarse en las aulas con territorios claramente diferenciados entre aquellos donde se sientan los varones y donde se sientan las chicas. En este último, también se refugian los jóvenes que se inscriben en sexualidades no hegemónicas o son marginados aquellos que los líderes masculinos consideran femeneizados. Otro escenario habitual es la dominancia masculina en las intervenciones o diálogos en el aula que genera silenciamientos de parte de las mujeres; o bien, chicos que son sometidos a las reglas de cierta masculinidad dominante y son objeto de burlas y bromas de mal gusto por ejercer su masculinidad de otros modos, acaso no hegemónicos. Otras escenas frecuentes en las aulas muestran profesores que censuran lecturas o interpretaciones donde se hace referencia a temáticas vinculadas con la sexualidad, las pasiones o construcciones de género no hegemónicas. Estos escenarios habituales en las aulas de secundario tensionan fuertemente en las clases de Lengua y Literatura en las que profesores en formación realizan sus primeras prácticas docentes. En este trabajo nos proponemos analizar esas tensiones o situaciones conflictivas vinculadas con las construcciones de género, sexualidades no hegemónicas y pasiones silenciadas que se les presentan a los profesores en formación en el período de su residencia a partir del análisis de incidentes críticos (Perrenoud, 1995) -narrados por los estudiantes de la cursada de la cátedra de Didáctica de la lengua y la literatura II y Prácticas de la Enseñanza- en los que dan cuenta de situaciones de desajuste entre lo planificado y lo efectivamente concretizado en distintos escenarios escolares de la ciudad de La Plata, Berisso y Ensenada.
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