Resumen: | Los estudios de las relaciones entre lenguaje y género se han desarrollado tradicionalmente dentro de tres principales marcos teóricos: el del déficit (Lakoff), el de la dominación (Fishman, West and Zimmerman) y el de la diferencia (Maltz and Borker, Tannen). Dentro de estos marcos se han encarado estudios con la unidad de trabajo tradicional de la sociolingüística, la comunidad de habla (Labov, Hymes, Gumperz). Sin embargo, el creciente interés de los investigadores en lenguaje y género por el estudio de la diversidad en la construcción de la identidad requiere de un enfoque en el que, con métodos etnográficos, el lenguaje y el género sean tratados junto con otras prácticas de una comunidad. Se trata de la comunidad de prácticas, enfoque originado en el campo de la educación e introducido en el de lenguaje y género por Eckert y McConnell-Ginet. Este trabajo se propone presentar las características de esta unidad, a partir del caso de adolescentes varones residentes en un Hogar para "chicos de la calle". Este hogar está ubicado en la ciudad de Buenos Aires, veinte chicos residen permanentemente allí, están bajo la tutela de un coordinador, un equipo de trabajo y bajo la responsabilidad de un juez de menores. Los datos se han obtenido en el contexto de un taller del que participan ocho chicos del hogar y que está coordinado por uno de los autores. Algunas de las estrategias interaccionales discursivas que hemos detectado en esta comunidad y sobre las cuales se construye la identidad de género son: la cargada, el desafío, el duelo, la burla, el cambio de tema de conversación, las respuestas evasivas, acompañadas de mutismo, posturas y gestos de indiferencia o rechazo, risas y chistes frente a temas dolorosos. Las estrategias detectadas contribuyen a la producción de los siguientes procesos subjetivos estructurales: desafío al coordinador del grupo, evasión de la intimidad y la implicación afectiva, la violencia, y la sexualidad.
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