Resumen: | El presente trabajo intenta realizar un análisis respecto del lugar que poseen los trabajos de duelo en el envejecimiento, en tanto proceso de elaboración psíquica de los cambios y novedades que se introducen en este nuevo tiempo. Partiendo de las entrevistas realizadas en el marco de la investigación en curso "Modalidades actuales del envejecimiento y proyectos de vida", se seleccionaron tres temáticas características de los trabajos de duelo en el envejecimiento: las transformaciones en el cuerpo; el pasaje de productor a jubilado; y la pérdida de pares, y su alusión a la propia finitud. De dichas entrevistas se recortaron viñetas representativas de estas temáticas, a partir de las cuales fue posible indagar cómo se posicionan los envejecentes respecto de las mismas. Se conceptualizó al duelo a partir de los aportes teóricos de Freud en su trabajo "Duelo y melancolía" (1917) como un proceso de elaboración simbólica de los cambios, que permite la construcción y reconstrucción de nuevos proyectos, así como la realización de nuevos investimientos. Proceso que no se rige mediante una temporalidad lineal sino dinámica, y que conlleva un gasto de tiempo y de energía. En relación a las transformaciones en el cuerpo, se ha podido observar cómo estas se imponen desde la realidad - generalmente a partir de las consecuencias que producen en la vida cotidiana de los mayores- y exigen un reconocimiento subjetivo de las mismas. Dicho reconocimiento posibilitará elaborarlas mediante diversas estrategias. Así el trabajo de duelo se le impone al psiquismo del sujeto mediante lo que Freud llama "examen de realidad". Los aportes de Dreizzen (2001) permiten a su vez conceptualizarlo como el primer tiempo del duelo, tiempo que si opera permitirá la entrada al segundo tiempo del duelo, es decir, de elaboración simbólica de lo perdido. Respecto del pasaje de productor a jubilado, se ha observado que su elaboración psíquica implica la necesidad de hacer un duelo en un doble sentido: por un lado, el duelo por la pérdida de una actividad (laboral) que fue parte constituyente y ordenadora de la historia del sujeto; y por otro lado, elduelo por la pérdida de una posición valorada desde la estructura social: la de productor. La elaboración de este pasaje implicaría la aceptación de la pérdida, y el desinvestimiento de las actividades realizadas para poder investir nuevos proyectos. Ahora bien, no se trataría de una mera sustitución de una actividad por otra, sino de inaugurar nuevos espacios y nuevos posicionamientos subjetivos. No se piensa como una mera repetición pero tampoco como algo ajeno a la historia del sujeto. Otra de las temáticas recortadas refiere a la pérdida de seres queridos, de pares, lo cual podría conllevar a una reflexión sobre la propia finitud, sobre la propia transitoriedad. Esto provocaría un cambio en la posición del sujeto respecto del tiempo, en tanto reconocimiento de que el tiempo de vida es ahora un tiempo acotado y esto podría dar lugar a una nueva manera de construcción de sus proyectos de vida. Es decir, que la elaboración de un trabajo de duelo por la pérdida de sus pares, implica a su vez, realizar un trabajo de elaboración respecto del propio tiempo de vida. Es posible conceptualizarlo como un tiempo de balance, tiempo de revisión de viejos proyectos, para retomar y realizar aquellos que pudieron haber quedado pendientes, así como otros nuevos acordes al tiempo que queda por vivir y resignar aquellos que ya no son realizables en este tiempo acotado. De acuerdo a lo recortado en las diferentes temáticas se destaca la importancia que los trabajos de duelo tienen en el envejecimiento, en tanto procesos de elaboración simbólica de los cambios, que permitirán realizar movimientos historizantes , posibilitando a su vez la construcción de proyectos de vida, desde un nuevo posicionamiento del sujeto.
|