Resumen: | En el presente trabajo se dará cuenta de los avances de una indagación de campo que articula un proyecto de investigación actualmente en curso -Modalidades actuales del envejecimiento y proyectos de vida-, y una beca de iniciación a la investigación otorgada en la UNLP. El interés radica en la indagación acerca de las significaciones sobre la vejez, así como el lugar del viejo en las familias que habitan en situación de exclusión social. Objetivos: dar cuenta de la diversidad presente en los procesos de envejecimiento (Petriz, 2003), y por otro lado, realizar comparaciones con investigaciones realizadas en poblaciones pertenecientes a los sectores medios. Metodología: Las metodologías utilizadas son fundamentalmente cualitativas: entrevistas en profundidad a padres de niños en edad escolar, donde se han incluido preguntas acerca del estatuto del viejo en las familias; así como observaciones participantes en el marco de un trabajo territorial en un asentamiento urbano de Ensenada, durante el período 2006- 2009. Resultados: Entre lo que hemos podido ir recabando hasta el momento en el trabajo de campo-, desarrollaremos los siguientes elementos: a) El número de sujetos que los propios pobladores denominan "viejos", es escaso. El significante se asocia a la enfermedad, a la decrepitud; son personas de una edad cronológica menor que la que se utiliza como parámetro para definir a la vejez en los sectores medios. Queda claro que la vejez no es una categoría que pueda definirse desde un criterio cronológico. La experiencia del tiempo no es la misma en las distintas clases sociales. S. Torrado (2003), señala que no sólo existe una utilización diferencial del espacio de acuerdo a la pertenencia de clase (tesis compartida por otros autores; ver: Margulis et altri, 2007; Gravano, 2003), sino también una experiencia diferencial respecto al tiempo.b) Desacople entre la abuelidad y la vejez. Los abuelos no se definen como "viejos", sino todo lo contrario. Son padres de niños pequeños, se encargan dela manutención del hogar, que incluye muchas veces a varias generaciones. Pareciera no darse claramente el pasaje entre los lugares de la estructura del parentesco (padre a abuelo), que resulta característico en otros sectores sociales (ver Delucca y Petriz, 2002). La función del abuelo en la familia, denominada función ancestral, supone la renuncia a seguir ocupando el lugar de padre, en el sentido de ser el organizador de las significaciones y los pactos que estructuren la nueva familia (Delucca y Petriz, 2002). Pareciera que en algunos casos, se produce una indiscriminación entre quienes se ubicarían en la generación de los abuelos y los padres, ejerciendo los primeros la función parental, que les correspondería a los segundos. En otros casos, en la categoría que desarrollaremos a continuación, pareciera que la convivencia es más propiciatoria. c) Presencia de varios hogares para la crianza de los hijos. Este es un fenómeno muy interesante que pareciera ser exclusivo de los sectores populares. Los niños son criados en las casas de sus padres o en la de sus abuelos, o viven un tiempo en cada casa. Las causales serían de diversa índole: por un lado, la mayor ligadura con la generación anterior, con la que no se establece la necesidad de una diferenciación. Las prácticas de crianza de las familias de origen son rescatadas como el modelo a imitar y seguir, sin aparecer críticas ni elementos a modificar. Otra de las razones aducidas para la diversificación de hogares refiere a la escasez de recursos económicos a disposición para la crianza. Conclusiones: Estamos atentos a no realizar una lectura ideológica y patologizante de la diferencia cultural. Existen fenómenos que son producto de matrices de significaciones completamente heterogéneas a las de las clases medias, por lo que requieren de la construcción de nuevas categorías de análisis.
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