Algunos aportes a la conceptualización de la fluidez

Detalles Bibliográficos
Publicado en: Jornadas de Español como Lengua Segunda y Extranjera (6 : 2016 : Ensenada) - Reflexiones sobre el examen CELU (Certificado de Español Lengua y Uso) - . Ensenada : Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Especialización en la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera, 2016
Autor Principal: Boffi, Adriana
Otros autores o Colaboradores: Móccero, María Leticia
Formato: Documento de evento
Temas:
Acceso en línea:https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.10020/ev.10020.pdf
http://jornadaselse.fahce.unlp.edu.ar/vi-jornadas/vi-jornadas/actas-2016
Resumen:En la descripción del desempeño de los hablantes de lenguas segundas y extranjeras, a menudo aparece el concepto de 'fluidez'. Kormos y Denes (2004), Luoma (2003), Taylor (2011), sostienen que puede considerarse a la fluidez como un componente de la proficiencia oral, y que a menudo se la utiliza como uno de los parámetros para evaluar las habilidades orales de los candidatos en situación de examen. 'Hablar la lengua fluidamente' es, aparentemente, uno de los objetivos más importantes de quienes aprenden una lengua segunda o extranjera. Sin embargo, no parece haber consenso acerca de lo que se entiende por este concepto (Chambers 1997, Riggenbach 2000, Wennestrom 2000). Tampoco acerca de los mejores métodos para medirla (Koponen and Riggenbach, 2000). De acuerdo a lo sugerido por Kormos y Denes (2004), quien propone como parámetro para medir la fluidez la cantidad de sílabas prominentes que un hablante puede producir entre pausas, y por Wennestrom (2000), quien postula un modelo interaccional para el análisis de la fluidez, en este trabajo exploramos la posibilidad de que para la evaluación de este parámetro en un examen de desempeño oral se tengan en cuenta, además de la accesibilidad léxica y la presencia/ausencia de pausas y unidades léxicas pre-fabricadas-, otros rasgos, tales como la prominencia en los ítems léxicos -que contribuye a indicar la estructura de la información y los contrastes de significado- y también el uso de los tonos en los lugares potenciales de cambio de turno, para contribuir a conservar el turno o pasarlo. De este modo, se incorporaría al análisis la evaluación de la habilidad del examinado para expresarse por medio de unidades de información, y no palabra por palabra, focalizándose en la idea principal de cada emisión, y colaborando en el proceso de toma de turnos. Entendemos que esto favorecería una evaluación global, y contribuiría a desambiguar algunas áreas de controversia o interacción de la fluidez con la pronunciación y la entonación y con la organización discursiva