Resumen: | En los años iniciales de la segunda posguerra, durante los primeros signos de la guerra fría, el servicio exterior norteamericano, sus agencias de espionaje y organizaciones sindicales promovieron la confrontación contra la influencia comunista en el sindicalismo europeo y crearon organizaciones gremiales aliadas del bloque occidental referenciado con la OTAN. Durante la década del sesenta, la American Federation of Labor (AFL), la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) y la CIA lanzaron programas e instituciones para contrarrestar la radicalización e izquierdización en el gremialismo de America Latina. El Instituto Americano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre (IASL) fue el principal instrumento para plasmar aquellos propósitos a través de cursos, subsidios y convenios dirigidos a la captación de líderes sindicales aliados de la estrategia de los EEUU y partícipes en varios episodios de injerencia y desestabilización sobre gobiernos reformistas y progresistas de la región
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