Resumen: | El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos no será un monumento aisaldo, suelto y carente de responsabilidad urbana, se tratará como un elemento comprometido con la delimitación y caracterización de este nuevo espacio de la ciudad. El cuerpo construído recompone la configuración urbana tradicional, a la vez que permite la permeabilidad necesaria a través de una planta baja elevada. El museo está organziado en dos piezas: un sector de exposición -estudio, producción, seminarios- y una zona de apoyo -administración-.
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